Spoiler: los mejores perfiles para el futuro no siempre son los favoritos del presente.
En muchas empresas, las personas que más podrían transformar el negocio ya entendieron que es mejor no decir nada.
No porque no tengan ideas.
Si no porque aprendieron —a la mala— que cada idea nueva es una amenaza. Que levantar la mano es exponerse. Que proponer es “salirse del molde”.
Y cuando entienden eso… se callan. No renuncian. No pelean. No hacen show. Solo se adaptan, siguen haciendo su trabajo, siguen sonriendo en las reuniones, pero dejan de ser el futuro. Y tú ni cuenta te das.
El problema no es el talento. El problema es que no tiene permiso.
Seguimos hablando de innovación, pero se la pedimos a los mismos de siempre.
- A los que no incomodan.
- A los que ya tienen presupuesto.
- A los que no van a cambiar nada.
Le damos el volante a perfiles valiosos, sí… pero creados para ejecutar, no para explorar. Y eso no es innovación. Eso es gestión con otro nombre.
Innovar no es seguir instrucciones, es caminar sin mapa. Es fallar sin culpa, es tener criterio, agallas y libertad y para eso necesitas un sistema distinto, no un cartel en la pared.
LAB+ es ese sistema.
LAB+ no es un comité, no es un buzzword. Es un lugar dentro de tu empresa donde la gente con hambre de futuro puede probar. Sin pedir permiso. Sin pedir disculpas.
Diseñamos contigo ese espacio. Con reglas distintas. Con tiempos distintos. Con personas que no compiten con el core, pero que sí lo empujan hacia adelante.
LAB+ es donde las ideas se validan, donde los “y si…” se prueban, donde el talento inquieto deja de sentirse incómodo… y empieza a sentirse esencial. Porque el futuro no va a salir del manual, va a salir de la gente que ya no sabe cómo quedarse callada.
¿Les vas a seguir pidiendo paciencia… o ya les vas a dar permiso?