Y no hacer nada nuevo… también es una decisión. La peor, casi siempre.
El día que no pasó nada… y eso fue lo peor
No hubo crisis. No hubo recorte. No hubo cambios de mercado ni amenazas externas. Y aun así, la empresa empezó a perder relevancia.
Lento. Silencioso. Invisible. Hasta que fue evidente.
Ya no era opción para los mejores clientes. Ya no era atractiva para los mejores talentos. Ya no era parte de la conversación. Todo seguía funcionando… excepto el futuro.
La comodidad también es una estrategia. Solo que es la que elige quien ya se resignó.
En muchas juntas se toma la decisión más segura. La menos arriesgada. La que se parece a lo que ya se hizo antes. Y poco a poco, el negocio se vuelve un museo: bonito por fuera, irrelevante por dentro.
Porque no moverse también es moverse… hacia el olvido.
El riesgo real no es equivocarte. Es quedarte sin saber qué más pudiste haber sido.
La mayoría de las empresas no quiebran por tomar riesgos. Quiebran por no adaptarse. Por no aprender. Por no escuchar a los que sí veían lo que venía.
LAB+ no es para tomar riesgos tontos.
Es para tomar los riesgos necesarios, con método, con propósito, y con inteligencia.
LAB+ — Donde el futuro se prueba antes de que sea demasiado tarde, te ayudamos a construir un espacio donde lo nuevo tenga cabida, sin poner en jaque lo que hoy sostiene el negocio. Donde se pueda explorar con dirección.
Aprender sin consecuencias fatales, decidir con información real, no con miedo. Porque si todo sigue igual, prepárate para desaparecer igual que los demás.
Y tú no estás aquí para eso.
