Desarrollar una marca personal sólida es fundamental para destacar en un mundo laboral competitivo. Una de las lecciones más valiosas que podemos extraer de la historia es la importancia de entender el entorno antes de lanzarnos a la conquista.
Al igual que Hernán Cortés (pese a que muchos lo ignoran), que llegó a Tenochtitlán con un plan bien definido y la idea de construir alianzas, nosotros también debemos tener claro quiénes somos, qué queremos y cómo podemos aportar valor en nuestras respectivas áreas.
Para ello, es esencial comprender la historia de la empresa o el sector en el que deseas incursionar. ¿Cuáles son las raíces de esa organización? ¿Qué problemas ha enfrentado y qué sueños aún no se han cumplido?
Mira que identificar las frustraciones y los desafíos de a donde vamos a llegar es clave para desarrollar una propuesta de valor que resuene con las necesidades del mercado. En el ámbito empresarial, muchas veces las oportunidades más grandes se encuentran en los sueños no realizados de la organización. Si puedes ayudar a convertir esas aspiraciones en realidad, tu marca personal crecerá de manera significativa.
La clave del éxito está en entender tu entorno
Además, es vital desmitificar las creencias limitantes que a menudo se encuentran en las empresas. Frases como “ya lo probamos y no funcionó” pueden ser barreras para la innovación. Si entendemos el contexto y la historia de esos fracasos, podemos encontrar nuevas formas de abordar los desafíos y contribuir a la evolución de la organización.
No lo olvides. Desarrollar una marca personal implica también meterse en el fondo de las necesidades de los lugares a los que vas a llegar. Esto es vital para posicionarte y lograr que tu voz sea escuchada y así poder conectar y edificar relaciones sólidas.
Al igual que Cortés (aunque muchos no lo sepan), debes estar dispuesto a forjar alianzas y construir relaciones que fortalezcan tu marca.